Nieve en verano: Viaje hacia los orígenes del raspao

Sul tema delle "contaminazioni" tra diverse culture culinarie pubblichiamo un articolo di Lina Scarpati Nieve en verano: Viaje hacia los orígenes del raspao, originariamente pubblicato in Barranquilla Abierta. L'articolo  rintraccia la diffusione - a partire dai primi decenni del 1900 -  della "granizado" (granita) nella Costa Caraibica, grazie agli immigrati italiani che importano questa tradizione culinaria dall'Italia e particolarmente dalla Sicilia.

El termómetro apoyado sobre la pared del almacén de souvenirs en la localidad siciliana de Monreale (Sur de Italia), indicaba 39 grados a la sombra. Detrás del famoso “Duomo” o catedral de la ciudad, yace un amplio callejón donde el agobiante calor puede mitigarse degustando una “granita” (granizado) de fruta fresca, acompañándola con una piñita o pancito recién hornedado tipo “brioche” . La aglomeración de turistas y lugareños delante al camión de la granita pudo haberse verificado en cualquier calle barranquillera, en la mitad de un torpor embriagante...quizás detrás de un tradicional carrito de raspao.  Un episodio que remite inmediatamente al recuerdo de algunos ancianos de la colonia de inmigrantes italianos de Barranquilla, quienes aseguraban que la génesis del raspao era italiana y que probablemente su importación se concretó en la primera mitad del siglo XX, durante el boom de la imigración italiana en la Costa Caribe y en particular hacia Barranquilla. Los primeros carritos que llegaron a nuestra ciudad, quizas fueron traidos alrededor de ese período, una hipótesis que adquiere fuerza si consideramos que hacia el 1930, los “kioscos della grattachecca (en dialecto romano gratta(raspar) y checca (bloque de hielo) invadieron los parques, puentes y puestos a las orillas del río Tevere en Roma, con su hielo endulzado con jarabes de fruta artificiales. Segùn algunos archivos fotográficos, los carritos comenzaron a utilizarse en la venta del helado y los sorbetos de fruta en Europa y en particular en Italia a comienzos del 1900, dando cabida a la comercialización del raspado debido a la practicidad y bajos costos que este medio implicaba.